Ya está aquí diciembre, y yo todavía sin publicar!
No sé cómo lo hago pero se me pasan los días volando. Madrugo mucho todos los días porque me gusta (sí, me gusta madrugar) y porque el cerebro me funciona mucho mejor a esas horas intempestivas, pero luego se me baja el nivel de energía a mínimos a partir de media tarde. Cuando llego de clase de alemán a las 21.30 estoy muerta - de sueño y de hambre.
Así que inauguro hoy el Christmas Baking, que dirían los angloparlantes, con una receta que llevo años queriendo preparar. Pero es que tiene su historia.
Si me conocéis sabréis que tengo obsesión por las recetas de Lebkuchen/ pan de especias/ gingerbread y sus variantes. Escribí un post al respecto hace unos años con mi búsqueda de la receta perfecta. Bueno, no creo que jamás la encuentre porque me suelen gustar todas, así que no hay problema :P.
![Birnendicksaft]()
El caso es que hace años, vagando por un supermercado suizo (una de mis aficiones favoritas, seguro que le suena a Paula), me encontré con un tarro de Birnendicksaft. Mi padre me explicó que era como una miel espesa que se obtiene del azúcar de la pera, y que se usa en un dulce típico de Lucerna. Así que me llevé un bote y se quedó en mi armario en Murcia no sé ni cuánto tiempo.
Cuando me acordaba de él no era época de hornear algo con tantas especias, y cuando era Navidad tenía mil recetas pendientes de hacer antes que esa. Además, requería investigación previa. Por suerte me topé con el pobre botecito en mi visita exprés del mes pasado y me dije que ya había llegado el día de darle uso. Menos mal que es taaaan dulce que no se pone malo, algo así como la miel.
Mirando por la red dí con varias recetas, para variar con diferencias notables entre sí. Pero al final fui cribando y seleccionando las que tenían coincidencias, y lo adapté un poco a mi gusto.
![Luzerner Lebkuchen]()
Eso sí, cuando me puse a prepararlo estaba sola en el piso de mis padres, y ellos en el campo con mis preciados instrumentos reposteros que me llevé en verano allá. Y apenas quedaba azúcar moreno. No tenía báscula, no tenía cucharas medidoras, no tenía mi jarrita con medidas. Horror. Al final no sé cómo me apañé con mi ojo y una jarra antigua con medidas de líquidos y sólidos. El caso es que salió delicioso :).
![Luzerner Lebkuchen]()
Luzerner Lebkuchen - Pan de especias de Lucerna
Receta adaptada de Swiss Milk
Ingredientes para un molde redondo de unos 22 cm
- 80 g de azúcar blanco
- 50 g de azúcar moreno *
- 200 ml de nata para montar (sin lactosa)
- 200 ml de leche (sin lactosa)
- 150 ml de Birnendicksaft (o melaza de cualquier otro tipo) *
- 200 g de harina de repostería
- 200 g de harina integral
- 1 cucharadita de bicarbonato sódico disuelta en un poco de leche
- 1/2 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de canela molida
- 1 cucharadita de jengibre molido
- 1/2 cucharadita de nuez moscada molida
- 1/4 cucharadita de clavo molivo
- 1/4 cucharadita de cilantro molido
* Notas : yo me quedé sin azúcar moreno así que compensé con blanco, pero si podéis usad sólo azúcar moreno. He visto siropes de frutas en tiendas ecológicas y dietéticas, pero en su defecto se puede usar melaza o miel de caña.
Precalentar el horno a 180ºC y engrasar o forrar un molde redondo desmontable.
Colocar los azúcares con la nata, la leche y el Birnendicksaft en un cuenco y mezclar con unas varillas (o con lo que vuestros padres os hayan dejado en la cocina, ejem). Tamizar todos los ingredientes secos en un recipiente amplio, formar un hueco en el centro y echar los líquidos. Trabajar la masa con suavidad hasta que quede homogénea, sin grumos secos.
Llenar el molde, igualando la superficie, y hornear durante unos 40-45 minutos, hasta que al pincharlo en el centro salga limpio. Esperar un poco, desmoldar y dejar enfriar sobre una rejilla. Se suele servir con nata montada, aunque yo creo que ya va bien servido de calorías ;). Un toque de azúcar glasé por encima y listo.
Es un bizcocho jugoso, de miga tierna y llenísima de sabor, muy aromático y ligeramente húmedo, consistente y tremendamente reconfortante en una tarde fría.
![Luzerner Lebkuchen]()
No sé cómo lo hago pero se me pasan los días volando. Madrugo mucho todos los días porque me gusta (sí, me gusta madrugar) y porque el cerebro me funciona mucho mejor a esas horas intempestivas, pero luego se me baja el nivel de energía a mínimos a partir de media tarde. Cuando llego de clase de alemán a las 21.30 estoy muerta - de sueño y de hambre.
Así que inauguro hoy el Christmas Baking, que dirían los angloparlantes, con una receta que llevo años queriendo preparar. Pero es que tiene su historia.
Si me conocéis sabréis que tengo obsesión por las recetas de Lebkuchen/ pan de especias/ gingerbread y sus variantes. Escribí un post al respecto hace unos años con mi búsqueda de la receta perfecta. Bueno, no creo que jamás la encuentre porque me suelen gustar todas, así que no hay problema :P.

El caso es que hace años, vagando por un supermercado suizo (una de mis aficiones favoritas, seguro que le suena a Paula), me encontré con un tarro de Birnendicksaft. Mi padre me explicó que era como una miel espesa que se obtiene del azúcar de la pera, y que se usa en un dulce típico de Lucerna. Así que me llevé un bote y se quedó en mi armario en Murcia no sé ni cuánto tiempo.
Cuando me acordaba de él no era época de hornear algo con tantas especias, y cuando era Navidad tenía mil recetas pendientes de hacer antes que esa. Además, requería investigación previa. Por suerte me topé con el pobre botecito en mi visita exprés del mes pasado y me dije que ya había llegado el día de darle uso. Menos mal que es taaaan dulce que no se pone malo, algo así como la miel.
Mirando por la red dí con varias recetas, para variar con diferencias notables entre sí. Pero al final fui cribando y seleccionando las que tenían coincidencias, y lo adapté un poco a mi gusto.

Eso sí, cuando me puse a prepararlo estaba sola en el piso de mis padres, y ellos en el campo con mis preciados instrumentos reposteros que me llevé en verano allá. Y apenas quedaba azúcar moreno. No tenía báscula, no tenía cucharas medidoras, no tenía mi jarrita con medidas. Horror. Al final no sé cómo me apañé con mi ojo y una jarra antigua con medidas de líquidos y sólidos. El caso es que salió delicioso :).

Luzerner Lebkuchen - Pan de especias de Lucerna
Receta adaptada de Swiss Milk
Ingredientes para un molde redondo de unos 22 cm
- 80 g de azúcar blanco
- 50 g de azúcar moreno *
- 200 ml de nata para montar (sin lactosa)
- 200 ml de leche (sin lactosa)
- 150 ml de Birnendicksaft (o melaza de cualquier otro tipo) *
- 200 g de harina de repostería
- 200 g de harina integral
- 1 cucharadita de bicarbonato sódico disuelta en un poco de leche
- 1/2 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de canela molida
- 1 cucharadita de jengibre molido
- 1/2 cucharadita de nuez moscada molida
- 1/4 cucharadita de clavo molivo
- 1/4 cucharadita de cilantro molido
* Notas : yo me quedé sin azúcar moreno así que compensé con blanco, pero si podéis usad sólo azúcar moreno. He visto siropes de frutas en tiendas ecológicas y dietéticas, pero en su defecto se puede usar melaza o miel de caña.
Precalentar el horno a 180ºC y engrasar o forrar un molde redondo desmontable.
Colocar los azúcares con la nata, la leche y el Birnendicksaft en un cuenco y mezclar con unas varillas (o con lo que vuestros padres os hayan dejado en la cocina, ejem). Tamizar todos los ingredientes secos en un recipiente amplio, formar un hueco en el centro y echar los líquidos. Trabajar la masa con suavidad hasta que quede homogénea, sin grumos secos.
Llenar el molde, igualando la superficie, y hornear durante unos 40-45 minutos, hasta que al pincharlo en el centro salga limpio. Esperar un poco, desmoldar y dejar enfriar sobre una rejilla. Se suele servir con nata montada, aunque yo creo que ya va bien servido de calorías ;). Un toque de azúcar glasé por encima y listo.
Es un bizcocho jugoso, de miga tierna y llenísima de sabor, muy aromático y ligeramente húmedo, consistente y tremendamente reconfortante en una tarde fría.
