¡Dos recetas en apenas unos días, no me reconozco!
Pues sí, he decidido desconectar por completo al menos estos días de Semana Santa, o al menos casi. Que me iba a explotar la cabeza y eso no es nada sano. Me levanté ayer jueves a una hora más o menos normal -las 7 de la mañana en mi rutina habitual es "dormir mucho"- por cortesía de mi gato, que ya sabéis que lo de dejar dormir a los humanos no va con ellos, y salí a correr por el río. Estaba muy animado, con mucha gente disfrutando del calorcico y lo bonito que luce ahora, con muchas flores y mucho verde. Y quise pasar la tarde con mi madre en una de nuestras actividades favoritas: cocinar cosas ricas. Bueno, a mí me gusta más que a ella, pero compatir ese rato juntas es algo distinto 😊. Hicimos mermelada de fresas y yo me lié a amasar una nueva receta de Hot Cross Buns. ¡Qué ricos han salido!
![Hot Cross Buns]()
Hoy en día ya se conocen mucho más que cuando hice mi primera aproximación a ellos, nada más y nada menos que hace siete años. Ya sabéis que son unos bollitos tiernos, algo dulces, con pasas o frutas, especias y una típica cruz encima. Son muy típicos en la cultura anglosajona, no solo en Gran Bretaña, también en Australia, Canadá, Irlanda, Sudáfrica... aunque actualmente se han hecho famosos por todo el mundo. Tradicionalmente se hornean y se toman en Viernes Santo, aunque como ocurre con todos los dulces asociados a fiestas, se pueden ver en todo el tiempo de Semana Santa.
![Hot Cross Buns]()
Dede que los horneé aquella vez solo repetí en una ocasión en casa del elfo, cuando iba en estas fechas de turista a Madrid. Y cada año me encuentro con más recetas por las redes, con diferentes variantes -chocolate es mi próximo objetivo- que me tentaban a recuperarlos. Así que ayer me dije que era hora de catar una receta distinta, aprovechando que a mi familia sí les gustan las masas con pasas y frutas confitadas -el elfo no las aguanta mucho-. Me ha gustado tanto el resultado que creo que se va a convertir en una de mis recetas de cabecera, sea o no Pascua. La cruz no es imprescindible 😉.
![Hot Cross Buns]()
¿Qué nueva receta probar? Ocurre como con el Roscón de Reyes, que en el fondo casi todas se parecen mucho ya que parten de una base parecida. Todavía no me apetecía probar la variante de cacao con chips de chocolate -todo se andará- pero tampoco quería repetir mi misma receta. Al final recordé que tenía guardada en mi carpeta infinita de documentos de cocina un PDF con una receta de Hot Cross Buns firmada por Richard Bertinet; ¡demasiado tentadora! No sé de dónde lo saqué así que no puedo enlazar el documento concreto, y es que acumulo demasiadas recetas en el disco duro "para el futuro"; al final se me olvida de dónde salen. Mil perdones.
![Hot Cross Buns]()
El caso es que la he adaptado ligeramente a mis preferencias y al final salieron unos panecillos deliciosos. La masa se trabaja muy bien, con el calor que hace levaron pronto y su olorcito al hornearse inundó toda la casa. Recién hechos están buenísimos, tiernos y jugosos, muy aromáticos, y al día siguiente siguen ricos. Llevan poco azúcar pero las frutas y las especias los convierten en un bocado que apetece acompañando algo dulce o algo salado, ¿qué elegís vosotros?
![Hot Cross Buns]()
Hot Cross Buns, panecillos de Viernes Santo
Receta adaptada de Richard Bertinet
Ingredientes para 15 panecillos
- 100 g de uvas pasas (cortinto o sultanas)
- 60-80 g de naranja confitada
- 1 cucharada de zumo de naranja o de limón
- 1/2 cucharadita de canela molida
- 1/4 cucharadita de nues moscada molida
- 1/4 cucharadita de jengibre molido
- 1 pizca de clavo molido
- 1 pizca de sal
- 250 ml de leche sin lactosa (o cualquier otra leche o bebida vegetal)
- 20 g de levadura fresca
- 60 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
- 1 huevo L
- 2 cucharadas de azúcar
- 1/4 cucharadita de sal
- 500 g de harina de fuerza
Para decorar con la cruz y pincelar:
- 1 huevo L
- 100 g de harina
- 1 cucharadita de aceite de girasol
- 1 pizca de sal
- unas 6 cucharadas de agua
- 100 g de azúcar
- 100 ml de agua
- 30 ml de zumo de naranja o ron
Mezclar las uvas pasas con la naranja confitada en un cuenco, añadir las especias, la pizca de sal y el zumo, y dejar reposar unos minutos. Calentar un poco la leche y comprobar que la mantequilla está a temperatura ambiente.
Colocar en un recipiente grande la leche, añadir el huevo y batir. Incorporar la levadura desmigada y esperar unos pocos minutos. Añadir la mantequilla picada, el azúcar y la sal, mezclar un poco y agregar la harina. Mejor no echarla toda de golpe, por si acaso. Trabajar hasta tener una mezcla homogénea, tapar y dejar reposar 10 minutos.
Añadir las frutas y amasar bien hasta tener una masa homogénea, suave y elástica, húmeda pero no pegajosa. Añadir un poco más de harina solo si fuera necesario. Formar una bola, colocar en un recipiente engrasado y tapar. Dejar levar hasta que supere el doble del tamaño.
Precalentar el horno a 200ºC y preparar una bandeja grande. Deshinchar la masa, reamasar un poco y pesar. Dividir el peso total por 15 para sacar el peso que deberá tener cada panecillo, unos 70-73 g. Tomar porciones de la masa con ese peso y formar bolitas. Colocarlas en la bandeja ligeramente separadas; buscamos que al crecer se junten.
Batir el huevo y pintar los bollitos con él. Dejar levar 30 minutos. Mientras tanto, formar la masa de la cruz, mezclando la harina con el aceite, la sal y el agua necesaria hasta tener una pasta que se pueda extender con una manga pastelera. Yo tuve que usar una bolsa de congelación a lo burro porque no tenía otra cosa, también vale.
Volver a pintar los bollitos y dibujar una cruz en cada uno de ellos. Hornear durante unos 18-20 minutos, bajando la temperatura a 180ºC al meterlos dentro. Vigilar que no se quemen, depende de cada horno. Preparar el glaseado mientras tanto, calentando el agua con el azúcar y el zumo o ron, hasta que se disuelva.
Dejar enfriar los panecillos en una rejilla y pintarlos con el glaseado mientras siguen tibios. Se pueden tomar fríos o aún algo calentitos, si no podéis esperar más. Aguantan bien dos o tres días si se guardan a buen recaudo, y en ese caso podemos calentarlos un poco en el microondas o abrirlos y tostarlos. También congelan bien.
![Hot Cross Buns]()
Me parecen unos bollitos perfectos para hacer este fin de semana y montar un buen desayuno-brunch-almuerzo-merienda el domingo, hay que despedir bien la Semana Santa 😀
Pues sí, he decidido desconectar por completo al menos estos días de Semana Santa, o al menos casi. Que me iba a explotar la cabeza y eso no es nada sano. Me levanté ayer jueves a una hora más o menos normal -las 7 de la mañana en mi rutina habitual es "dormir mucho"- por cortesía de mi gato, que ya sabéis que lo de dejar dormir a los humanos no va con ellos, y salí a correr por el río. Estaba muy animado, con mucha gente disfrutando del calorcico y lo bonito que luce ahora, con muchas flores y mucho verde. Y quise pasar la tarde con mi madre en una de nuestras actividades favoritas: cocinar cosas ricas. Bueno, a mí me gusta más que a ella, pero compatir ese rato juntas es algo distinto 😊. Hicimos mermelada de fresas y yo me lié a amasar una nueva receta de Hot Cross Buns. ¡Qué ricos han salido!

Hoy en día ya se conocen mucho más que cuando hice mi primera aproximación a ellos, nada más y nada menos que hace siete años. Ya sabéis que son unos bollitos tiernos, algo dulces, con pasas o frutas, especias y una típica cruz encima. Son muy típicos en la cultura anglosajona, no solo en Gran Bretaña, también en Australia, Canadá, Irlanda, Sudáfrica... aunque actualmente se han hecho famosos por todo el mundo. Tradicionalmente se hornean y se toman en Viernes Santo, aunque como ocurre con todos los dulces asociados a fiestas, se pueden ver en todo el tiempo de Semana Santa.

Dede que los horneé aquella vez solo repetí en una ocasión en casa del elfo, cuando iba en estas fechas de turista a Madrid. Y cada año me encuentro con más recetas por las redes, con diferentes variantes -chocolate es mi próximo objetivo- que me tentaban a recuperarlos. Así que ayer me dije que era hora de catar una receta distinta, aprovechando que a mi familia sí les gustan las masas con pasas y frutas confitadas -el elfo no las aguanta mucho-. Me ha gustado tanto el resultado que creo que se va a convertir en una de mis recetas de cabecera, sea o no Pascua. La cruz no es imprescindible 😉.

¿Qué nueva receta probar? Ocurre como con el Roscón de Reyes, que en el fondo casi todas se parecen mucho ya que parten de una base parecida. Todavía no me apetecía probar la variante de cacao con chips de chocolate -todo se andará- pero tampoco quería repetir mi misma receta. Al final recordé que tenía guardada en mi carpeta infinita de documentos de cocina un PDF con una receta de Hot Cross Buns firmada por Richard Bertinet; ¡demasiado tentadora! No sé de dónde lo saqué así que no puedo enlazar el documento concreto, y es que acumulo demasiadas recetas en el disco duro "para el futuro"; al final se me olvida de dónde salen. Mil perdones.

El caso es que la he adaptado ligeramente a mis preferencias y al final salieron unos panecillos deliciosos. La masa se trabaja muy bien, con el calor que hace levaron pronto y su olorcito al hornearse inundó toda la casa. Recién hechos están buenísimos, tiernos y jugosos, muy aromáticos, y al día siguiente siguen ricos. Llevan poco azúcar pero las frutas y las especias los convierten en un bocado que apetece acompañando algo dulce o algo salado, ¿qué elegís vosotros?

Hot Cross Buns, panecillos de Viernes Santo
Receta adaptada de Richard Bertinet
Ingredientes para 15 panecillos
- 100 g de uvas pasas (cortinto o sultanas)
- 60-80 g de naranja confitada
- 1 cucharada de zumo de naranja o de limón
- 1/2 cucharadita de canela molida
- 1/4 cucharadita de nues moscada molida
- 1/4 cucharadita de jengibre molido
- 1 pizca de clavo molido
- 1 pizca de sal
- 250 ml de leche sin lactosa (o cualquier otra leche o bebida vegetal)
- 20 g de levadura fresca
- 60 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
- 1 huevo L
- 2 cucharadas de azúcar
- 1/4 cucharadita de sal
- 500 g de harina de fuerza
Para decorar con la cruz y pincelar:
- 1 huevo L
- 100 g de harina
- 1 cucharadita de aceite de girasol
- 1 pizca de sal
- unas 6 cucharadas de agua
- 100 g de azúcar
- 100 ml de agua
- 30 ml de zumo de naranja o ron
Mezclar las uvas pasas con la naranja confitada en un cuenco, añadir las especias, la pizca de sal y el zumo, y dejar reposar unos minutos. Calentar un poco la leche y comprobar que la mantequilla está a temperatura ambiente.
Colocar en un recipiente grande la leche, añadir el huevo y batir. Incorporar la levadura desmigada y esperar unos pocos minutos. Añadir la mantequilla picada, el azúcar y la sal, mezclar un poco y agregar la harina. Mejor no echarla toda de golpe, por si acaso. Trabajar hasta tener una mezcla homogénea, tapar y dejar reposar 10 minutos.
Añadir las frutas y amasar bien hasta tener una masa homogénea, suave y elástica, húmeda pero no pegajosa. Añadir un poco más de harina solo si fuera necesario. Formar una bola, colocar en un recipiente engrasado y tapar. Dejar levar hasta que supere el doble del tamaño.
Precalentar el horno a 200ºC y preparar una bandeja grande. Deshinchar la masa, reamasar un poco y pesar. Dividir el peso total por 15 para sacar el peso que deberá tener cada panecillo, unos 70-73 g. Tomar porciones de la masa con ese peso y formar bolitas. Colocarlas en la bandeja ligeramente separadas; buscamos que al crecer se junten.
Batir el huevo y pintar los bollitos con él. Dejar levar 30 minutos. Mientras tanto, formar la masa de la cruz, mezclando la harina con el aceite, la sal y el agua necesaria hasta tener una pasta que se pueda extender con una manga pastelera. Yo tuve que usar una bolsa de congelación a lo burro porque no tenía otra cosa, también vale.
Volver a pintar los bollitos y dibujar una cruz en cada uno de ellos. Hornear durante unos 18-20 minutos, bajando la temperatura a 180ºC al meterlos dentro. Vigilar que no se quemen, depende de cada horno. Preparar el glaseado mientras tanto, calentando el agua con el azúcar y el zumo o ron, hasta que se disuelva.
Dejar enfriar los panecillos en una rejilla y pintarlos con el glaseado mientras siguen tibios. Se pueden tomar fríos o aún algo calentitos, si no podéis esperar más. Aguantan bien dos o tres días si se guardan a buen recaudo, y en ese caso podemos calentarlos un poco en el microondas o abrirlos y tostarlos. También congelan bien.

Me parecen unos bollitos perfectos para hacer este fin de semana y montar un buen desayuno-brunch-almuerzo-merienda el domingo, hay que despedir bien la Semana Santa 😀