Los días festivos entre semana me descolocan, y más cuando alargan el finde, no sé en qué día vivo. Para mí, el viernes era como si fuera sábado, porque encima en Madrid prácticamente todos los comercios abren igual. Lo bueno ha sido que hemos tenido estos días a las primas del elfo de visita, una de ellas con su peque (y embarazada) desde Cádiz, y la otra con sus gemelos algo más mayores y su marido alemán, desde Frankfurt, donde están viviendo ahora. Así que nuestra antigua tradicional comida familiar de los sábados la recuperamos en un viernes en el que el centro comercial del barrio estaba hasta los topes.
![Parque del Retiro]()
Lo bueno es que el domingo el elfo no tenía partido así que decidí que quería hacer como tantos madrileños: pasar el día en el Retiro. Bueno, al pobre no le hice madrugar (que ya se había hecho ilusiones de pasar un domingo de vagueo en casa), así que sobre las 9 de la mañana fui primero al mercadillo con mi suegra, y luego ya nos dirigimos al centro de la capital.
Aparcar fue un suplicio (lógico, por otro lado), pero después de dar un par de vueltas al parque conseguimos un hueco estupendo. No tuvimos el día soleado de otoño que me hubiera gustado, pero la verdad es que según avanzó la jornada las nubes grises se fueron alejando. El Retiro estaba a tope, como cabe esperar una mañana de domingo, pero me encantó recorrerlo de arriba abajo.
![Parque del Retiro]()
Lo mejor es coger alguno de los caminos pequeños que se pierden entre las vías principales y dejarse llevar entre la vegetación y los árboles, que en estas fechas son una explosión de colores, con los suelos cubiertos de hojas secas y castañas caídas. Nos dio tiempo a pasear un poco por las vías más concurridas, comimos temprano por la zona y luego dimos un largo paseo mientras se iba poniendo el sol.
![Carrot soup]()
Y a pesar de que me estafaron y ayer no llovió en Madrid (mientras que por el norte parece que se han inundado), tenemos un tiempo otoñal de verdad y me apetecen mucho platos de cuchara. El color naranja de esta crema puede llevar a pensar en la calabaza, conociendo mi obsesión por ella, pero esta vez se debe exclusivamente a la zanahoria. Había comprado una buena cantidad en una oferta y aproveché para asarla con un nabo hermoso antes de convertirlas en puré, con un toque de curry. A mí me gustan las cremas más bien espesas, con su buena textura, aunque hay quien prefiere añadir más líquido y colarlas para que queden finitas. En los gustos de cada uno no me meto :).
Crema de zanahoria y nabo asados
Receta totalmente improvisada por mí sobre la marcha
Ingredientes para unas 4-6 raciones
- 450 g de zanahoria
- 250 g de nabo
- 1 cebolla dulce
- 1 trocito de jengibre
- vino blanco
- cúrcuma
- salvia
- mezcla de especias gram masala o curry
- medio limón
- perejil o cilantro picado
- yogur, nata o queso fresco batido para servir
Precalentar el horno a 200ºC y preparar una bandeja o fuente. Limpiar y pelar ligeramente la zanahoria y el nabo. Trocear en piezas más o menos del mismo tamaño, mezclar con un poco de aceite de oliva y salpimentar. Hornear hasta que estén bien tiernas por dentro y tostaditas por fuera.
Picar la cebolla y pocharla unos minutos con aceite de oliva en una cazuela. Añadir todas las verduras y el jengibre rallado o picado. Sazonar con cúrcuma y mezcla de especias de gram masala al gusto. Regar con un chorro de vino blanco y un poco de zumo de limón. Cubrir con agua o caldo y dejar cocer unos 15 minutos. Triturar al gusto, dejando la textura deseada, añadiendo más o menos líquido. Servir con un poco de nata, yogur, crème fraîche o queso fresco, al gusto.
![Carrot soup]()
Ay, qué poquito queda ya para diciembre y para ya-sabéis-qué... pronto comenzará el festival de las galletas y lebkuchen en esta casa :). Aunque antes tengo varios cumpleaños familiares y ando dándole vueltas a la cabeza con qué puedo preparar para regalar... Bueno, ya veremos. ¡Espero que hayáis tenido un buen inicio de mes!

Lo bueno es que el domingo el elfo no tenía partido así que decidí que quería hacer como tantos madrileños: pasar el día en el Retiro. Bueno, al pobre no le hice madrugar (que ya se había hecho ilusiones de pasar un domingo de vagueo en casa), así que sobre las 9 de la mañana fui primero al mercadillo con mi suegra, y luego ya nos dirigimos al centro de la capital.
Aparcar fue un suplicio (lógico, por otro lado), pero después de dar un par de vueltas al parque conseguimos un hueco estupendo. No tuvimos el día soleado de otoño que me hubiera gustado, pero la verdad es que según avanzó la jornada las nubes grises se fueron alejando. El Retiro estaba a tope, como cabe esperar una mañana de domingo, pero me encantó recorrerlo de arriba abajo.

Lo mejor es coger alguno de los caminos pequeños que se pierden entre las vías principales y dejarse llevar entre la vegetación y los árboles, que en estas fechas son una explosión de colores, con los suelos cubiertos de hojas secas y castañas caídas. Nos dio tiempo a pasear un poco por las vías más concurridas, comimos temprano por la zona y luego dimos un largo paseo mientras se iba poniendo el sol.

Y a pesar de que me estafaron y ayer no llovió en Madrid (mientras que por el norte parece que se han inundado), tenemos un tiempo otoñal de verdad y me apetecen mucho platos de cuchara. El color naranja de esta crema puede llevar a pensar en la calabaza, conociendo mi obsesión por ella, pero esta vez se debe exclusivamente a la zanahoria. Había comprado una buena cantidad en una oferta y aproveché para asarla con un nabo hermoso antes de convertirlas en puré, con un toque de curry. A mí me gustan las cremas más bien espesas, con su buena textura, aunque hay quien prefiere añadir más líquido y colarlas para que queden finitas. En los gustos de cada uno no me meto :).
Crema de zanahoria y nabo asados
Receta totalmente improvisada por mí sobre la marcha
Ingredientes para unas 4-6 raciones
- 450 g de zanahoria
- 250 g de nabo
- 1 cebolla dulce
- 1 trocito de jengibre
- vino blanco
- cúrcuma
- salvia
- mezcla de especias gram masala o curry
- medio limón
- perejil o cilantro picado
- yogur, nata o queso fresco batido para servir
Precalentar el horno a 200ºC y preparar una bandeja o fuente. Limpiar y pelar ligeramente la zanahoria y el nabo. Trocear en piezas más o menos del mismo tamaño, mezclar con un poco de aceite de oliva y salpimentar. Hornear hasta que estén bien tiernas por dentro y tostaditas por fuera.
Picar la cebolla y pocharla unos minutos con aceite de oliva en una cazuela. Añadir todas las verduras y el jengibre rallado o picado. Sazonar con cúrcuma y mezcla de especias de gram masala al gusto. Regar con un chorro de vino blanco y un poco de zumo de limón. Cubrir con agua o caldo y dejar cocer unos 15 minutos. Triturar al gusto, dejando la textura deseada, añadiendo más o menos líquido. Servir con un poco de nata, yogur, crème fraîche o queso fresco, al gusto.

Ay, qué poquito queda ya para diciembre y para ya-sabéis-qué... pronto comenzará el festival de las galletas y lebkuchen en esta casa :). Aunque antes tengo varios cumpleaños familiares y ando dándole vueltas a la cabeza con qué puedo preparar para regalar... Bueno, ya veremos. ¡Espero que hayáis tenido un buen inicio de mes!